Rótulas de dirección. Causas de Averías y como prevenirlas.
Los componentes del chasis del vehículo están sometidos a numerosas amenazas. Deben responder de manera adecuada siempre que el vehículo esté en movimiento, mientras están expuestos a diversos agentes externos que aceleran su desgaste. Dentro de esta familia de componentes, vamos a centrarnos en la rótula de dirección.
La rótula de dirección es el elemento que conecta la rótula axial y la mangueta del eje, garantizando que no haya problemas a la hora de transmitir el movimiento de la dirección. Además compensa los cambios de ángulo de la rótula axial en relación con la rueda y con el engranaje de dirección. Es decir, juega un papel protagonista dentro del guiado del vehículo, y por lo tanto debe estar en buenas condiciones. Cuando está desgastada o deteriorada, afecta a la dirección, que se vuelve imprecisa y errática. Entre los principales síntomas de desgaste de la rótula de dirección podemos destacar:
· Holgura o excesivo juego de dirección
· Ruidos o crujidos al girar el volante
· Ruidos o crujidos en firme bacheado
También es posible encontrar dificultades para la correcta alineación de las ruedas si la rótula está deteriorada.
1. Alineación de llantas. Cuando se siente que el auto se va para la derecha o izquierda podría ser una simple necesidad de alineación o como tal podría ser un problema de rótulas, las cuales necesitarían ser reemplazadas.
2. Vibraciones en el volante. La revisión de rótulas de dirección es imprescindible para asegurarnos que no sea la causa de esta vibración.
3. Desgaste en llantas. Como mencionamos anteriormente una rótula de dirección defectuosa podría producir un desgaste desigual y excesivo en llantas.
Si aparecieran cualquiera de estos síntomas en tu vehículo es importante que lo lleves a revisión para evitar futuros problemas.
La mayoría de las veces, el desgaste de la rótula de dirección está provocado por la rotura del guardapolvos que lo cubre. Se trata de un elemento clave, que debe encontrarse en perfecto estado, sin presentar grietas o fisuras. De lo contrario, el agua y la suciedad entrarán en la rótula y esta empezará a corroerse, generando un juego excesivo de la rótula que se transmitirá, como hemos visto, a la dirección.
Además del desgaste de los guardapolvos, los cambios de temperatura, la corrosión o los propios golpes pueden amenazar la integridad estructural de la rótula de dirección. Por eso, y al tratarse de un elemento de seguridad activa, es necesario prestar atención a los principales elementos de suspensión y dirección siempre que sea posible.
Factores que desgastan la rótula de dirección:
Neumáticos y amortiguadores gastados o defectuosos: es importante sustituirlos cuando sea el momento y no estirar su vida útil. Si se encuentran en mal estado, tendrán un importante impacto negativo en la dirección.
Desgaste por los años o kilómetros recorridos: estos factores también producen un alto desgaste. Como en todas las piezas del coche, cuantos más kilómetros, más desgaste.
Las condiciones meteorológicas son un condicionante muy importante. Si las rótulas trabajan con mucho frío o mucho calor, hay mayor desgaste.
Circular por caminos y rutas en mal estado lleva a la dirección y suspensión a trabajar más, produciéndose mayor erosión.
El uso que hagamos del vehículo: cómo conduzcamos; si llevamos sobrecarga, etc…
Lo mejor para mantener la rótula de la dirección en buen estado es hacer un uso normal del vehículo y tener los mantenimientos al día. Pero lo más importante es que, ante la más mínima sospecha, debemos llevar el coche al taller mecánico para que, cuanto antes, detecten la avería o la eviten. Así podremos hacer kilómetros de calidad de forma segura.
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