Comprar un auto siempre nos llena de emoción. Por fin nuestros ahorros van a ver sus frutos en una inversión que será de gran utilidad en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, cuando se trata de un vehículo con varios  kilómetros recorridos, hay que tomar previsiones para que nuestra experiencia no se vuelva una mala experiencia.

El mercado de autos usados tiene ofertas muy tentadoras. Aunque muchos creen que comprar un vehículo de segunda mano es pagar por los problemas de otro; lamentablemente, algunos “profesionales” dudosos hicieron mucho daño a este sector. Pero, con estos elementos, vas a poder verificar algunos sencillos aspectos importantes a la hora de controlar el estado de un vehículo usado.

Un fallo en el motor puede salir muy costoso. Por eso, asegurate de pedir toda la información, tal como las revisiones previas que se le ha realizado, averías y kilometraje, entre otros aspectos.

Al momento de arrancar el auto, se deberá poner especial atención en posibles vibraciones o ruidos raros al ralentí. Tené en cuenta que hay averías difíciles de diagnosticar a simple vista por lo que amerita la presencia de un mecánico, además, es el más indicado para realizar una inspección visual y auditiva con el Estetoscopio Toptul.

Asimismo, es importante que un auto usado no tenga fugas de aceite o de refrigerante y que el compartimiento del motor se vea en orden, esto indica que se cuidó el auto como es debido.

En cuanto a la comprensión del motor, la medida mínima para comprar un vehículo de segunda es de 55 o 60 kilos. Menor a esta cantidad, ya ameritaría un re-potenciamiento, lo cual tiene un costo alto y lo mejor sería obviar la compra. Con el Medidor de Compresión de Motor Naftero Toptul, se puede verificar que la compresión sea la adecuada y así evitar gastar de más.

Con respecto al radiador, este es un elemento imprescindible para el funcionamiento óptimo del sistema de refrigeración del motor. Por ello, lo ideal es que el mecánico analice su estado. De igual modo, se recomienda revisar el nivel del líquido refrigerante. Inspeccionar las uniones del radiador por separaciones, también el tanque de recolección y su caño. Para realizar estas tareas de forma práctica y sin inconvenientes, una opción es el Radiador Test. Toptul, una alternativa integral para el correcto análisis del radiador. Estate atento a las fugas en los rulemanes de la bomba de agua y de la junta de la bomba. Chequeá la carcasa del termostato en busca de grietas y la carcasa de la junta por fugas. Son señales de una fuga. Si sospechás que hay una fuga interna de refrigerante, permití que el radiador se enfríe, sacá la tapa y buscá señales de aceite o burbujas en el radiador o la cabecera del tanque. Si el sistema de refrigeración genera una pequeña fuga cuando está conduciendo, es posible que puedas volver lentamente a casa liberando la tapa del radiador a su primera toma para aliviar la presión. Observá el indicador de temperatura; si entra en la zona de riesgo, pará y dejá que el motor se enfríe. Con el motor en marcha, podés oler el líquido refrigerante, si huele a gases de escape, la junta de la culata puede estar perdiendo.

Recordá, revisar debajo del capó si hay hendiduras, daños u óxido. Todos estos problemas podrían indicar que no se cuidó apropiadamente el auto o que se dañó. Y para poder observar bien lugares inaccesibles, te proponemos el  Espejo Telescópico 283 - 420 mm Toptul, cuyo mango telescópico sirve para ver lugares de difícil acceso. El espejo consta de un mango fino extensible y articulado que se puede introducir para ver lugares donde es difícil de acceder. Si por medio de una búsqueda minuciosa no lográs localizar la fuga, posiblemente haya una junta dañada o agrietada entre la culata y el bloque del cilindro.

Verificar los frenos es un punto clave para garantizar tu seguridad. El estado de los discos, las pastillas y el comportamiento de todo el sistema de frenos es vital, el control del fluido de frenos podés hacerlo con el Téster para Fluido de Freno Toptul. Para un control más profundo, con una prueba de manejo, acompañado de tu mecánico,  vas a poder determinar si hay problemas, procurá detectar los posibles ruidos que se generen cuando se pisa el pedal del freno. También podés verificar el funcionamiento de la caja de cambios. Corroborá que cada una de las inserciones de las marchas se produce sin problemas, sin tirones y sin ningún tipo de ruido anómalo.

Inspeccionar el vehículo desde el aspecto exterior hasta el motor, pasando por el interior, todos los detalles pueden dar indicios sobre el mantenimiento que ha tenido y el estado actual del automóvil. Siempre es mejor verlo de día, con buena luz, cuando los defectos de chapa, pintura, neumáticos o interiores serán más visibles. Los niveles de aceite y refrigerante o correcto funcionamiento del aire acondicionado darán buenas pistas sobre un correcto mantenimiento.